viernes, 13 de marzo de 2015

Límites y fanatismo



La masacre de Charlie Hebdo devasto a París y al mundo entero. Doce muertos fue el saldo que dejó el fanatismo yihadaista por una serie de publicaciones que iban en contra de las creencias musulmanes.

Lo anterior es bastante triste, pueden existir mil religiones pero todas tienen algo en común: se supone que profesan el amor y la armonía, lo que hace contradictorio un hecho como el anterior. Y es ahí donde entra el fanatismo, porque todo extremo es malo y más si hablamos de religiones. A lo largo de la historia ha habido miles de casos peores como los asesinatos en la revista francesa, eso nos habla de lo enfermo que está el ser humano, matar por una idea incomprobable es tan sádico como asesinar por un territorio.

Las publicaciones de la revista indignaron de sobremanera a los miembros de la organización de extrema derecha. Allí entra la libertad de expresión, sobre la cual muchos dijeron que debía ser limitada para evitar este tipo de actos, lo cual para mí no tiene nada de sentido, ya que si se muralla lo único que nos hace totalmente diferentes (nuestro pensamiento) no se podría hablar de libertad, si a un ave le cortan las alas pero no la enjaulan sigue estando presa, lo mismo pasaría con el periodismo y con el mundo en general, si se restringen las ideas no se puede avanzar. 

Un claro ejemplo de lo anterior son todos los cambios que ha sufrido el mundo, muchos nacieron de algo que quería ser tapado y ocultado a la humanidad, muchos lo lograron, pero otros tantos lograron que sus pensamientos vieran la luz y lograran su cometido: revolucionar lo establecido.
 
Quizás los caricaturistas de la revista eran tan irreverentes porque solo querían ser conocidos, pues la revista no superaba los 50 mil publicaciones vendidas cada vez que era producida, lo que cambio después de la tragedia, un boom mediático multiplico las ventas y les dio un lugar en la primera plana de todos los periódicos mundiales, lástima que quienes lo hicieron posible no lograron presenciar el auge de su creación.

Para concluir solo resta decir que cada quien es autónomo en sus consumos, no se puede censurar ninguna publicación porque hiere susceptibilidades, si eso fuera así nadie podría lanzar nada al mercado y la vida sería aún más falsa de lo que es.

Por: Angie Torres

No hay comentarios:

Publicar un comentario