viernes, 20 de marzo de 2015

FALACIAS

Contra la 'Sumisión'


“La metida de Papa”, se llamaba. Y digo que estoy muy agradecido con la Iglesia porque en ese momento se limitaron a expulsarme de la UPB (con otros tres amigos iconoclastas), cuando según la más rancia tradición católica, lo correcto habría sido quemarnos en la hoguera, someternos a algún escarmiento público, juzgarnos por blasfemia, entregarnos al brazo secular para que nos subieran al potro de tormentos hasta morir de dolor FALACIA POR CAUSA FALSA. Pero no, ellos me hicieron el muy sencillo favor de expulsarme, con lo cual entré a una buena universidad, la de Antioquia, y terminé yéndome a estudiar literatura a Italia.

"Tras el cisma protestante, vino el siglo de las luces. Voltaire y Diderot, con la magnífica arma de la risa, le enseñaron a la Iglesia (bueno, al menos a la parte menos oscurantista de ella, a los lefebvristas todavía no) la difícil virtud de la tolerancia"FALACIA DE AUTORIDAD 

"Buena parte del Islam FALACIA DE GENERALIZACIÓN APRESURADA está todavía en la fase medieval de sus creencias. Los tiempos coinciden: la predicación de Mahoma empezó en el año 622. Si le restamos este número a 2014, vemos que ellos están apenas en el año 1392 de su historia: viven todavía en tiempo de cruzadas, de fetuas y Yihad; el Renacimiento apenas va a asomar la nariz, no han descubierto a América, les falta un siglo para Lutero y tres para Voltaire y Diderot": FALACIA DE CAUSA FALSA. 

El semanario Charlie Hebdo usaba (¡y seguirá usando, contra todos los fanáticos!), en la mejor tradición ilustrada francesa, la mejor arma para combatir la violencia y el fanatismo: hacer pensar con la risa: FALACIA AD BACULUM 

Para ellos no son sagrados ni el papa ni el profeta ni Israel, y ni siquiera la libertad de expresión —echaron a un antisemita de la redacción—. Todo está sometido al escrutinio crítico, y a la prueba suprema de la burla y el desprecio. FALACIA DE GENERALIZACIÓN APRESURADA. 

El terrorismo nos enseña que ha llegado el momento de luchar contra la sumisión. No podemos someternos a su espantoso chantaje. Tanto los musulmanes (muslim quiere decir sometido, rendido a Dios) como los no creyentes tenemos que luchar con la risa y con la
razón contra la sumisión. FALACIA AD POPULUM

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